
- Cuidados del cabello
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by H'almagro
Llevar una alimentación equilibrada es fundamental para el buen funcionamiento de todo tu organismo incluido tu cuero cabelludo y tu pelo pero, además, determinados hábitos pueden contribuir a que tu pelo luzca sano y fuerte.
En ocasiones el pelo presenta un aspecto áspero, quebradizo, débil o incluso se cae en exceso sin motivo aparente. La falta de proteínas y de determinadas vitaminas y minerales puede ser la causa de que tu pelo haya perdido su vitalidad, cuerpo y brillo.
vitaminas del grupo B, especialmente la B12, son esenciales para mantener un cabello lleno de vida. Se encuentran en alimentos cotidianos que además son ricos en proteínas como la carne de vaca y pollo, el pescado, los mariscos y las legumbres.
Las frutas, especialmente los cítricos como naranja, limón o pomelo son una magnífica fuente de vitamina C, que no sólo revitalizan el cabello sino que además ayudan a la correcta absorción del hierro, necesario para el buen estado de todo el organismo. Un debilitamiento o caída excesiva del pelo puede deberse a una carencia de hierro y ser síntoma de una anemia tal vez aún sin detectar. Para fortalecer tu pelo incluye en tu dieta hígado de ternera, legumbres, mariscos bivalvos: almejas, berberechos, chirlas, frutos secos y vegetales de hoja verde como las espinacas o las acelgas.
Tan esenciales como el hierro para mantener un cabello lleno de vitalidad son el selenio y el zinc. El primero ejerce una importantísima acción antioxidante, especialmente unido a la vitamina E, lo que se traduce en un pelo protegido de la acción de los radicales libres y del deterioro que estos pueden ocasionar en la fibra capilar (pelo seco y quebradizo). Por su parte, el zinc, ayuda en la síntesis de proteínas ayudando a pelo y uñas a crecer correctamente (cabello con más vigor y volumen). Alimentos ricos en estos minerales son por ejemplo: los espárragos, los cereales integrales, el apio, los quesos, la cebolla y el ajo.
Distintos ácidos pueden también contribuir a que tu pelo presente un aspecto sedoso y brillante. El ácido fólico, por ejemplo, presente en sabrosas frutas, hortalizas y verduras como el brócoli, los espárragos, la remolacha o el aguacate, y en la mayoría de frutos secos, es un magnífico aliado del cabello porque entre sus numerosas propiedades beneficiosas supone una excelente protección para la fibra capilar frente a las agresiones externas (ayuda a proteger el color del cabello frente al “ataque” de los rayos solares).
No obstante si cuentas con un pelo sano pero lo notas con cierta pérdida de brillo y suavidad, ten en cuenta que los aceites vegetales, de oliva, de girasol o de soja, le aportan flexibilidad y suavidad a las fibras capilares.
Evitar el estrés y descansar todo lo posible para dar tiempo a que tu organismo recupere su equilibrio natural. Además, hacer algo de ejercicio ayuda a que el sistema circulatorio funcione correctamente y a que la microcirculación de la zona del cuero cabelludo esté en plena forma y todos los nutrientes que ingieres lleguen también al folículo piloso. Si es necesario, recurre a los masajes capilares que siente fenomenal para reactivar la circulación y que oxigenar tu cabello en profundidad.Por último, no olvides beber agua, al menos dos litros al día, es fundamental porque un pelo hidratado y nutrido es sinónimo de una melena llena de brillo y vitalidad.